martes, 16 de diciembre de 2008

Luis Armando Lozano... el Wicho adorado o Paolo Botti


Durante 4 meses estuve siguiendo el reality show conocido como La Academia. Hay quienes dicen que es un concurso de canto y que debe ganar el que mejor cante. Yo opino que al ser un reality show, quien debe ganar es quien resulta más popular, más querido, más conocido, más votado.

Esta generación, la tan proclamada "última generación" tuvo nombre y apellido: Luis Armando Lozano Acosta. Un muchacho sencillo de Cerro Guzmán que llegó para quedarse. Sus armas no fueron precisamente el talento vocal ni las palancas del parentazgo, llegó con el corazón en la mano, el alma transparente y se mostró tal cual. ¿Quién iba a pensar que semejante muchachito le robaría el corazón a millones de personas?

Sus frases, su peculiar modo de hablar, su original forma de bailar, su conducta tan singular, fueron ganando fans. "Wicho" lo tenía todo: corazón de oro, cara hermosa, simpatía, carisma, voz especial, y por supuesto: la envidia de todos.

Día a día Wicho iba mostrando más y más facetas, comenzó por saberse que trabajó como modelo y se llamó Paolo Botti, acción que fué juzgada y condenada por cuanto envidioso hubo. Posteriormente se supo que aquel niño del Cerro había viajado por el mundo, recorriendo parte de Europa y el Sur de América, como aquel excéntrico que sale a buscar aventuras. Más tarde se dió a conocer que Wicho también tuvo un papel en una película donde también actuó Salma Hayek, y que en la Anda había cobrado su participación bajo el nombre de Marlon Duque y de Siul Lizardo. Demostró talento culinario haciendo queso, galletas, pasteles y cualquier cantidad de platillos. Hizo también jabones y resultaron efectivos. Wicho hizo mucho sin hacer nada, le bastó con ser él mismo.

Llegada la final, Wicho es a toda luz el más querido por el público. En Chiapas -y en todos lados en donde se presentan- es siempre el más gritado, requerido y aplaudido... pero por obra de la desfachatez, al anunciar el premio de primer lugar, nos sorprendieron a todos diciendo que Wicho había quedado en tercer lugar y Marifer en primero.

¿Qué podemos decir? Si la Presidencia de México que hoy obstenta Felipe Calderón fué un robo anunciado y televisado, ¿cómo podríamos evitar que robaran la final de un simple programa de televisión?

Sin más, el actual rey sin corona es Luis Armando, a quien deseo los mayores triunfos. Ojalá que la vida le recompense su hermosa forma de ser, su empatía, su sencillez y su humildad. Y si algún día tengo la suerte de que Wicho lea éstas líneas: sábete que yo también voté por ti en la final, y que gracias a ti recuperé la fe en la humanidad.

Felicitaciones Luis Armando, eres especial !!!

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